En esta City Selection by Torres Brandy, Andrea Corelli nos revelará aquellos lugares que no puedes perderte en tu visita a la ciudad. Si te preguntas “¿qué ver en Roma?” La respuesta es fácil: toda Roma es un museo. En sus calles, plazas y rincones se cuenta la historia del mundo a través de diferentes periodos históricos, monumentos y vestigios que hacen de ella una ciudad única.

Aunque si eres de los que piensa que una ciudad también se descubre desde su gastronomía y coctelería, sigue leyendo. Las recomendaciones de Andrea, no te defraudarán. 

Passeggiata del Gianicolo

Súbete a un Uber dirección al restaurante “Le Flamant” en el barrio de Hochelga. Sus tres chefs, son mentes creativas y genuinas que  te harán vivir una experiencia culinaria “out of the box”. Un prodigio de la imaginación a través de una carta que cambia constantemente y que se inspira en la cocina francesa, asiática, italiana e india. ¡Un festival de sabores que empieza por una cuidada y creativa presentación! Lea Messier, nos recomienda un maridaje que te dejará sin aliento: Langosta gallega con ajo blanco y souffé de patata acompañado con el delicado cóctel creado con Torres 15. 

Polvere di tempo

Sin abandonar el barrio de Trastévere, nos dirigimos a “Polvere di tempo”, una tienda que te hará viajar al pasado con sus objetos hechos a mano. Relojes de arena, petacas, globos terráqueos, libros… Un lugar mágico y excepcional, en el que Adrian, su propietario, te ayudará a elegir un regalo memorable que detendrá el tiempo.

Roma es un museo. En sus calles, plazas y rincones se cuenta la historia del mundo a través de diferentes periodos históricos, monumentos y vestigios que hacen de ella una ciudad única.

Bistrot Bio

Nos alejamos del ajetreado centro de Roma para visitar una masía del siglo XVII cercana a la campiña romana. Un restaurante situado en el Parque Natural del Valle dei Casali a pocos kilómetros de la ciudad. Toda una declaración de intenciones de su chef Marco Moroni. Una propuesta gastronómica innovadora y creativa que aúna modernidad y tradición. Platos creados con productos orgánicos certificados y con un fuerte arraigo al territorio. Se nota la pasión y la dedicación de su chef en todos sus platos.

Entrégate a esta experiencia culinaria saboreando el salmón marinado con pimentón dulce y jugo de remolacha, helado de leche de búfala ahumada y palomitas de harina salada. ¡Delicioso!

Baby Bao

Sin abandonar Roma, cambiamos de continente, para disfrutar del street food asiático. Porque Roma es más que pasta y pizza. Baby Bao es un restaurante desenfadado, en el que disfrutar de platos típicos chinos como el Dim Sum o los baos, aunque también podrás saborear unas costillas estilo asiático, entre otros manjares. Un lugar sin pretensiones, donde se respira un ambiente relajado y amigable, con ingredientes de calidad para que la experiencia y cada bocado sean únicos y deliciosos. No te pierdas el bao de pollo frito con mayonesa umami de shiitake en escabeche y para rematar, el postre “Baño de helado”: pan frito relleno de helado de anacardo, praliné con sirope de caramelo salado. 

Drink Kong

La coctelería de autor de Patrick Pistolesi, el artífice de este bar que forma parte de los cincuenta mejores bares del mundo del reconocido certámen The World’s 50 Best Bars. Nos adentramos a esta coctelería con una mezcla de diseño neo-punk al estilo de la película Blade Runner y estética japonesa. Pura personalidad, modernidad y refinamiento. Un espacio con salas secretas en los que degustar sus cócteles y maridarlos con platos asiáticos como sushi o dumplings. Adéntrate al territorio del rey Kong con el cóctel “UNFORBIDDEN” creado con Torres 15. Simplemente bestial.

Wisdomless Club

Un concepto de bar que aúna coctelería y galería de arte en el antiguo palacio Boncompagni, situado en el barrio de Parione. Viaja a la década de 1920 entrando en este refinado y elegante bar en el que disfrutar de su amplia carta de cócteles. Incluso si te animas, podrás elegir entre un cóctel, no te pierdas el Manhattan 3.0, o que te hagan un tatuaje. Sí, has leído bien, un tatuaje. Un lugar con mucha actitud.